lunes, 19 de diciembre de 2011

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Últimamente las cosas cambian cada vez más, pero ya no importa tanto, ya casi no duele... Ahora sí que sí y adelantándome al día uno a las doce y un minuto de la noche, puedo decir: Año nuevo, Vida nueva. Que, al parecer, igual que vienen, las ráfagas de amor se van, cogiendo sus maletas, las estelas de daño, emociones, amor, impulsos... Que traía consigo. Sólo se deja una cosa en su antigua habitación de hotel: los recuerdos. Pero contra eso no podemos hacer nada, seguirán estando ahí por mucho que queramos. Con la diferencia de que ahora sólo estarán ahí para que, cuando queramos recurrir a ellos, nos saquen una sonrisa, ya no harán florecer el sentimiento con el que tanto queríamos acabar en el pasado y que ahora se ha esfumado.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Las comparaciones son fáciles de hacer una vez que has probado la perfección.

Eres como un verano de San Juan en medio del invierno. Rectifico: eras. Hoy sólo es un día de noviembre en otro otoño más.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Habrá que esperar para que vuelvas a ser la segunda persona del singular de la historia de mi vida.

Sé que sólo se trata de segundos, minutos como mucho. Pero durante ese fragmento de tiempo, soy capaz de sonreír y llorar a la vez. Las lágrimas corren por la mejilla, sí, pero la sonrisa se asoma, tímidamente, pero aparece. Porque para recordarte eso es exactamente lo que tengo que hacer. Reír. Llorar. En algún momento del camino los recuerdos se quedarán en su sitio, justo a tiempo para que sean desechados, porque, al final, todos serán reemplazados por otros nuevos, pero hasta que eso pase... Seguiré teniendo momentos de debilidad.
Es verdad que, de tanto contar, he perdido la cuenta de las veces que me has hecho daño, que me has mentido, por muy duro que suene, o que hemos discutido. Pero también es cierto que me es imposible llevar la cuenta de las veces que me has mirado y has hecho que se dibuje una sonrisa en mi cara, las veces que hemos hablado durante horas de cosas tan inútiles que perdíamos la noción del tiempo, he perdido la cuenta de los 'te quieros' que nos dijimos y de los momentos graciosos a tu lado.
Pero todo pesa. Al final, no sé si la balanza se inclina hacia lo bueno o hacia lo malo, pero sé que los dos lados están llenos. Estoy segura de que con el tiempo, madurarás y dejarás de ser un cabrón; pero hasta entonces... Hasta entonces la balanza seguirá guardada en el trastero de las historias que deben esperar de mi vida. 

sábado, 8 de octubre de 2011

Reír por no llorar.

Y de repente, sin esperarlo por ninguno de los rincones de tu cuerpo, sabes que caerá una bomba. Y cambiará absolutamente todo. Tus pensamientos, planes, ideas, incluso tus sentimientos. Tienes la oportunidad de cubrir todo tu mundo con una armadura protectora de la explosión que provocaría que todo el mundo volviese a tener razón. Pero por mucho que protejas tu antigua vida, sabrás que la bomba ha caído, que está ahí, detrás del hierro. Por lo tanto, puede que no de un giro de 360º a toda tu vida, pero la abolladura en la que era tu perfecta estructura de protección, está ahí. Y esas son las cosas que verdaderamente no se borran. ¿La bomba? Ya ha caído.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Mueve ficha, que esto empieza.

Seguimos teniendo 12 años. Creo que ese es nuestro problema. Que nos seguimos creyendo que por poner en el estado de Tuenti: "Ahora voy a levantarme y a ser feliz" toda la mierda que tenemos a nuestro alrededor va a ser recogida y retirada hacia el basurero oficial de nuestra antigua vida. Que cuando les dices a tus amigas que estás harta de tus padres porque no hacen más que estar encima tuyo y ellas te dicen que no te preocupes, que todo saldrá bien... ¡Vamos! ¿En serio? Ese tipo de cosas se nos van quedando pequeñas una vez que vamos creciendo. Y nuestro problema es ese, que nos creemos que todo seguirá funcionando. Pero entonces es cuando oyes llamar a la puerta, te acercas, abres y alguien te saluda diciendo: "Hola, soy la vida real y sí, puede que en algunos momentos estés increíblemente feliz, pero en cuanto te 
descuides te voy a clavar un puñal en la espalda que te va a hacer falta algo 
más que una gilipollez de frase cursi para sacártelo sin que te queden cicatrices. Cuando hayas comprendido esto, me dejas pasar a tu casa". Y sí, señoras y señores, a más de uno no nos vendría nada mal dejarla entrar para empezar a jugar realmente en este tablero, con reyes, reinas, caballos que no dudarán en jugar contigo para luego aplastarte con su gran 'L' de 'Lo siento, pero me importas una mierda' y donde tú únicamente eres un peón.

domingo, 25 de septiembre de 2011

'Cause you are a challenge.

Que el impulso que me ha llevado a decidirme entre si correr o no, ha sido el mejor de mi vida. Y cuando estaba allí, no había ni una sola parte de mi cuerpo que no estuviera temblando, sin saber qué hacer, preguntándose si había hecho bien en ir hasta allí o no. Y entonces, lo has hecho. Has sonreído como sólo tú sabes, como si tu barbilla estuviera a punto de temblar, cosa que sabes que me encanta. Luego... Luego no he tenido ninguna duda sobre si había hecho lo correcto yendo allí. ¡Por supuesto que lo había hecho! Porque como se suele decir: "la peor locura es la que no se comete", así que, ¿porque no cometer una?

viernes, 16 de septiembre de 2011

Pero tranquilo, conmigo no te vas a aburrir.


  Soy tan impredecible como el hecho de que mañana diga                                 que te quiero.                                                                                          

domingo, 11 de septiembre de 2011

If nothing goes right, turn left.

Parece fácil, ¿eh? Pues olvídate de eso, porque la palabra sencillo no aparece en ninguna de las bocanadas de aire que tienes que coger para soltar esa frase de ahí arriba. Es una suerte que me gusten los retos, ¿verdad?

  -Algún trébol de cuatro hojas habrá en todo el campo         de la vida, ¿no? Pues pienso ser yo quien lo coja-

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Fuerte y claro.

Que no todo lo que brilla es oro y has ido a dar con la que parece ser la única persona que no cree eso de que "las personas cambian". Y menos en un mes y medio.

martes, 6 de septiembre de 2011

XIII2011.

Hablando de metáforas, el verano es como estar dentro de una burbuja. Cuando el período estival comienza, se abre una gran cremallera de esa burbuja y tú y únicamente tú entras en ella. Y dentro de ésta estás aproximadamente un mes y medio. Un mes y medio en el que dejas todos los problemas de tu ciudad atrás; en el que ni si quiera te preocupas por quién has dejado de hablar o si tendréis que arreglarlo cuando esa burbuja se rompa. Es como otro mundo. Un mundo en el que, gracias a este último mes que acabamos de cerrar, ha sido el mejor de mi vida. Pero, te paras a pensarlo y dices: "¡joder!, la burbuja se ha explotado y tengo que volver a la vida real." A esa vida en la que no puedes apartar los problemas pensando un simple: "ya tendré tiempo de pensar en ello cuando vuelva". Porque YA has vuelto. 
Para mí el nuevo año no empieza el día 1 de enero a las 00:01. Para mí, el nuevo año, comienza en el momento en el que das al play de tu reproductor de música para amenizar el viaje de regreso a tu ciudad.
-Tell the world that I'm coming home-

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cero estereotipos.

No, no me gusta el olor a gasolina y, por lo general, detesto las tardes de domingo. Tampoco tengo un color favorito y no puedo presumir de haber salido de España. No tengo una camiseta del Hard Rock Cafe y mi plan 10 para una tarde de lluvia no es comer una tarrina de helado mientras veo una peli de amor antigua. Sí, soy adolescente y NO, no me gusta Justin Bieber. Odio las relaciones de amor facilonas de película en las que no hay ni una sola discusión y no hay rastro de esa conexión amor-odio que crea la perfecta tensión amorosa. No soy fan del ColaCao, de hecho prefiero el Nesquik. No sueño con la idónea escena del beso perfecto, sino que me gustaría mucho más que él me callara con un beso durante una discusión sin sentido.
Pero, por otro lado, entre mis páginas más visitadas, se encuentran ADV, Cuanta Razón, TQD y demás y el lugar donde mejor estudio es en la terraza, a pesar de todo el ruido del tráfico, aunque luego me sea imposible hacerlo en un sitio en el que sólo se oiga el ruido del movimiento de las manecillas de un reloj. Me emocioné con el video "If everyone cared" (http://www.youtube.com/watch?v=-IUSZyjiYuY&ob=av3e) de Nickelback y se me eriza el vello cada vez que escucho esa canción y, ¿por qué no decirlo? Siento romper con todas las expectativas sobre los adolescentes pero no me llevo mal con las matemáticas.
Pero supongo que... Yo soy así.

sábado, 30 de julio de 2011

Me cansé de ti, no contigo.

Una vez, de niña, encontré los regalos que había pedido en la carta que había escrito días antes del día de Navidad. Al principio, sentí un escalofrío lleno de alegría que me recorrió todo el cuerpo de pies a cabeza; porque, a pesar de que ya sabía quién compraba esos regalos, siempre me quedaba aquella ingenua ilusión. Pero luego, cuando llegó el momento de recibir todas aquellas cosas, no sabía qué sentir. No me acordaba de aquellas chispas que saltaban de mis ojos al descubrir la pulsera que vi en aquella tienda, ni si quiera me salía aquella improvisada sonrisa. Supongo que por eso dicen que en el momento en el que descubres una sorpresa antes de que te la den, se pierde absolutamente toda la magia que ésta conllevaba. Quizá por eso me cansé contigo. No, para; de ti. 
Tal vez por estar soñando anticipadamente cada momento que podríamos tener juntos, nuestro primer beso, por dar rienda suelta a mi imaginación y pensar, mientras escuchaba mi canción favorita, aquellas risas, miradas y te quieros que nos intercambiaríamos al día siguiente. Quizá por eso, por descubrir aquellos regalos en el antiguo armario de la habitación de invitados, me cansé de ti. Porque luego, cuando de verdad ocurrían todos aquellos instantes que mi mente había maquinado, tan sólo se trataban de una serie de déjà vues para mí.

viernes, 22 de julio de 2011

Mienten más que hablan.

A alguien se le olvidó añadir la número ocho:

                  - "I love you".
                                                                     

jueves, 21 de julio de 2011

Vas a desear no haberme conocido nunca.

"Puede que vuelva a caer en tu trampa, porque nunca aprendo y siempre caigo". Eso dije la última vez y no me equivocaba, de hecho, ya ves, aquí estoy, quitándome el polvo de mi última caída. De LA última caída. Porque no pienso dejarme enredar otra vez en tu telaraña. No, ya no. 
¿Quieres jugar? Está bien, juguemos.
Pero esta vez vamos a jugar sin la gran ventaja que tenías en las últimas partidas: saber que al final de la partida, ganaras o perdieras, tarde o temprano, iba a volver a por ti, a empezar una nueva partida en la que al final siempre iba a volver, una y otra vez..
Pero, ¿qué se siente ahora que sabes que esa ventaja no la vas a tener nunca más? Porque, ¿sabes? Soy como uno de esos anuncios de las paredes. Uno de esos en los que cuelgan un número limitado de papelitos que, cuando se gastan, ya has perdido tu oportunidad. Y pensarás:
"¿Cómo he llegado a tener el papelito en la mano y no he conseguido llamar al número?"
Pues ahora te has quedado sin papelito y sin número. Se acabó. Y si tengo que jugar sucio, ten por seguro que lo haré. Porque al fin y al cabo,
es la última partida, ¿no?

miércoles, 20 de julio de 2011

Que te vaya bonito, A.


Todavía sigo esperando el día en el que no espere nada de ti. El día en el que no espere que me digas la frase exacta que estoy pensando o que no me mires para hacerme el gesto que tengo en mente. En que no confíe más en ti y no me tenga que reír de algo que me ha parecido estúpido sólo para que no nos volvamos a enfadar. Todavía sigo esperando el día en el que, al oír tu nombre, no se me pase por la cabeza la palabra amigo. Pero, ¿sabes qué? No se me da nada bien eso de esperar, así que, creo que voy a dejar de esperarlo, para HACERLO.

jueves, 14 de julio de 2011

Porque sin ti no... ¡Sí! ¡Claro que puedo vivir!

Dejando atrás filosofías absurdas, frases inciertas, consejos que no llevan a ningún sitio y, sobre todo, dejándote atrás a ti. ¿De veras merece la pena seguir fingiendo que algún día va a pasar algo de lo que segundos y un par de miradas más tarde nos arrepintamos? Quizá... No, qué va. Porque, al igual que la moda de los colores flúor, la idea de querer seguir con esto, es algo pasajero y que, además, debe acabar ya para que el resto de la cinta de vídeo se siga reproduciendo.