lunes, 19 de diciembre de 2011

Next chapter.

Últimamente las cosas cambian cada vez más, pero ya no importa tanto, ya casi no duele... Ahora sí que sí y adelantándome al día uno a las doce y un minuto de la noche, puedo decir: Año nuevo, Vida nueva. Que, al parecer, igual que vienen, las ráfagas de amor se van, cogiendo sus maletas, las estelas de daño, emociones, amor, impulsos... Que traía consigo. Sólo se deja una cosa en su antigua habitación de hotel: los recuerdos. Pero contra eso no podemos hacer nada, seguirán estando ahí por mucho que queramos. Con la diferencia de que ahora sólo estarán ahí para que, cuando queramos recurrir a ellos, nos saquen una sonrisa, ya no harán florecer el sentimiento con el que tanto queríamos acabar en el pasado y que ahora se ha esfumado.